Los miro con orgullo de padre.
Hay personas que siempre estamos en búsqueda, y este impulso me llevó a realizar la primera plantación de nogales donde era un locura. 2004 Navas, luego otras dos más, 2009 Barrial y 2017 Carremata.
Mi Padre y mi madre no me dijeron nada cuando les dije que quería volver a trabajar al pueblo, pero estoy seguro que en su interior, sintieron decepción al ver que tantos años de sacrificio para que estudiara y “progresara”, y al final iba a terminar donde había empezado.
Estudié derecho, y me especialicé en gestión de empresas. Pero en el fondo sentía que ese no era mi lugar, había “mamado” el campo desde que tengo uso de razón.
En el año 2003, estaba buscando hacer algo distinto desde el campo, buscaba poder cultivar un producto con el que llegar directamente a la persona que lo consume. Un día terminó en mis manos, una información sobre el cultivo del nogal, y creo que fue un flechazo, me dí cuenta, que encajaba perfectamente con lo que quería hacer.
Aún recuerdo las palabras de mi padre cuando le dije que quería hacer una plantación de nogales. “Hijo, que no se rían de nosotros”.
Estamos en Villagarcía de Campos, pura Tierra de campos, donde el cultivo por excelencia es el cereal y los pocos nogales que hay estan refugiados en el corral de alguna casa.
Manos a la obra, buff qué vértigo, todo por aprender
En el camino una experiencia única: ignorancia del cultivo…errores de principiante… inclemencias de la naturaleza… caminar sobre el filo de la ruina.
Caer y levantarse, Caer y levantarse….., y cada vez que nos hemos erguido de nuevo hemos aprendido, nos ha hecho más humildes, más pacientes, mas respetuosos.
Son las ocho de la mañana, ha llovido esta noche, pero el sol de junio, a pesar de su tibieza acaricia la suave brisa que impregna el ambiente.
Estoy perdido en el medio de las navas, las líneas de nogales me empequeñecen. Arboles que apenas levantaban un palmo, hoy desafían al cielo. Los miro con orgullo de padre.
Las hojas verde intenso, se mecen y desprende un imperceptible olor a nogalina que bañan el despertar del día. Es el momento de disfrutar, de descansar por unos instantes de las batallas libradas y de reponer fuerzas para las que nos vendrán.
Nunca pensé que esta empresa me tocara el alma, que me enseñara una manera nueva de vivir, que diera sentido a toda una vida, que me impulsara a buscar la unión plantación hombre para conseguir lo mejor de cada uno.
Hoy la misión que tengo es producir nueces únicas, para que el momento en que cada día las consumas, te toquen tu espíritu, te aporten energía, te ayuden a mantener una visión positiva de la vida y sea un momento de placer y de reencuentro con lo natural.
Porque es en esta mezcla única de tierra, clima, naturaleza, nogales, personas, que se respetan y entregan, lo que hace que las nueces que producimos estén llenas de vida y la transmitan a todos aquellos que se sientan vivos.
Miguel Ángel Gutiérrez, Nueces VALNUT.